martes, 28 de febrero de 2012

El Nacimiento de Anales

André Burguiére


Las celebraciones  no son siempre las mejores consejeras  de la investigación histórica.


Todo sucede como si la aparición de Anales respondiera, en el ámbito de los historiadores franceses  de los años 30, a una suerte de urgencia epistemológica: como si el conjunto de las ciencias sociales sólo esperase su invitación para renovar sus métodos y su problemática, para reorientar sus pasos. --> No había, creo, ninguna vocación particular entre los historiadores franceses de los años 30 para llevar a cabo la conversión teórica que les proponían March Bloch y Lucien Febvre. <--> Estamos, por el contrario, en presencia de una suerte de excepción histórica.


Lo que más llama la atención, en efecto, en el destino de la escuela de Anales no es el éxito - tardío - que ha encontrado entre los historiadores, sino el carisma que han ejercido desde los tiempos de March Bloch y Lucien Febvre sobre las demás disciplinas.


Bloch habría, probablemente, reprochado mi tendencia  a apelar a lo que llamaba <<obsesión por los orígenes>>. En realidad no se trata de explicar la historia de Anales por las condiciones de su surgimiento, sino retomar las fuentes para tratar de desprendernos de esta historia a modo de leyenda que nos ha sido transmitida y que nosotros hemos alimentado.


La historia de una corriente de pensamiento como la que anima a Anales requiere varios niveles de análisis. Un primer nivel concierne a la influencia de esta corriente sobre la dinámica interna de la disciplina. Lo que se denomina comúnmente el avance de la disciplina y que postula una progresión acumulativa, de la ciencia histórica. Esta aproximación historiográfica  a Anales  no es descartable en la medida que es finalmente sobre el oficio del historiador  que las ideas de March Bloch y Lucien Febvre han logrado los efectos más importantes y duraderos.


Un segundo nivel se refiere a la coyuntura científica en la cual se inscribe el fenómeno de de Anales.
En un tercer nivel, se trata de analizar las relaciones que March Bloch y Lucien Febvre mantenían con el espíritu de su tiempo, lo que está en estudio en este caso es la concepción que tenían rol de la ciencia en la sociedad: En su sensibilidad a las nuevas corrientes ideológicas, es la medida en que la crisis intelectual tenía sus practicas y sus ambiciones de historiadores.


March Bloch colabora regularmente en la Revue Historique. (En 1928, publica allí un gran articulo sobre los colliberty un boletín histórico, es decir alemán). En lo que respecta a Lucien Febvre, es miembro del comité de dirección de la Revue d' Historie Moderne el Contemporaine.
Estos dos marginales son, en realidad, lo que Pierre Bourdieu llamaba <<herederos>>.


El padre de March Bloch, profesor universitario, fue un especialista  en la antiguedad de gran renombre: Ambos han seguido el camino real de la Universidad. --> La universidad de Estrasburgo, donde se conocen y forjan una profunda amistad, no es una universidad de provincia como las otras.


-->Durante los años 20-->el centro universitario francés más importante por la modernidad de sus enseñanzas y el dinamismo de las investigaciones que alberga. Los primeros colaboradores de Anales pertenecen en su mayoría al medio estraburgues:


-->En 1933, Lucien Febvre es elegido miembro del Collége de France, en momentos en que está ya sumergido en el combate de Anales. --> El tono polémico de las numerosas (¡March Bloch escribe en los Anales hasta doscientas notas en un solo año!) que son firmada por los directores.
Desde el primer año de la revista, se ve a March Bloch y a  Lucien Febvre referirse al <<espíritu de Anales>>, como si el grupo tuviera ya una larga historia detrás de el y se hubiera expedido extensamente sobre su doctrina y su programa.



Nuestra intención no es solo reducir el movimiento de Anales a una empresa de mitómanos o de ilusionistas, sino establecer su originalidad y comprender las razones de su éxito pero parece claro que la originalidad del movimiento del cual Marc Bloch y Lucien Febvre son los iniciadores tiende más a la manera de afirmar su programa que el programa en sí mismo.
   Lucien Febvre antes de su acuerdo con Bloch había pensado una revista internacional de historia económica y social. En Inglaterra, en Alemania, en Bélgica, en Polonia, en los países Escandinavos, corrientes del mismo tipo se esforzaban desde comienzos del siglo por orientar la investigación histórica hacia el estudio de las bases socioeconómicas. El mejor medio de imponer en Francia la renovación de métodos y, objetos de la historia era iederando las corrientes similares existentes en diferentes países.
   Las tres corrientes intelectuales de las que se nutre Anales: La escuela geografía de Vidal de la Blache y de Demangeon, el movimiento creado por Henri Berr en torno a la Revue de Synthése y la sociología durkhemiana.
1.       La escuela geográfica: La aproximación global que proponía para analizar la realidad social fundada sobre una doble relación dialéctica, relación entre el tiempo y el espacio, relación entre los grupos humanos y el medio natural, sirvió de matriz intelectual a las concepciones históricas de Anales.
2.       Revue de Synthése, por el contrario, fue para ellos más un lugar de dialogo, un ámbito donde podían forjar y poner en claro sus ideas que una fuente de inspiración teórica. Es entonces en la revista de Henri Berr donde comienzan ambos a preconizar y a realizar el matrimonio entre la historia y la geografía.
3.       Con la escuela durkhemiana, la afiliación es a la vez teórica y mimética. En torno a la revista es L´Année sociologique-de esta escuela Emile Durkheim era el jefe y principal teórico-,se había querido hacer de la sociología la ciencia social unificadora en la que los puntos de vista y forma de aproximación de las diferentes disciplinas vendrían a confundirse para acceder así a un status científico. Fue la guerra de 1914-1918 la que disperso y diezmo a la escuela sociológica.

   Los durhemianos mantenían con la historia un dialogo particularmente conflictivo.Se puede advertir a través del debate que opuso en 1903, el sociólogo Francois Simiand y al historiador Charles Seignobos.
   Emile Durkheim, exponiendo las orientaciones de su revista, escribía en el primer número de L´Année sociologique; La historia solo puede ser una ciencia en la medida en que se explique y solo puede explicar comparando…Y en tanto como para la historia no se diferencia de la sociología.--> Marc Bloch y Lucien Febvre nunca disimularon lo que sus concepciones debían a la L´Année sociologique.
   Es por eso que en lugar de oponer a las otras disciplinas un sistema cerrado que las excluyera del campo científico y buscara al mismo tiempo hacerse reconocer por ella. Los Anales cultivan la marginalidad y el antidogmatismo.El anti dogmatismo reside en el deseo de asignar a la historia no una teoría preestablecida de la realidad o un dominio estrictamente delimitado sino un campo inevitable de problemas a plantear y a resolver a partir de lo ya vivido por la humanidad. De aquí su rechazo del positivismo que concibe la realidad histórica como una yuxtaposición de hecho ya constituido y de todas las sistematizaciones, ya se trate del marxismo o de la teoría germánica del estado. La marginalidad la practican a parir de las críticas a ciertas instituciones universitarias (agregación, congreso de ciencias históricas, escuelas de cartas, etc.) a la que los Anales prefieren a menudo la competencia-como interlocutores y como colaboradores de ciertos medios extra universitarios.
   Marc Bloch; insistiendo en el hecho de que los hombres de acción y negocios necesitan de la historia no para de extraer de allí ejemplos o precedentes, sino para tomar en cuenta los mecanismos del cambio.
   Esta marginalidad era más táctica que real porque Marc Bloch y Lucien Febvre, como acabamos de ver, estaban, por su status, completa y brillantemente integrados en sistema universitario. Esta consistía en fijar fuera de las instituciones un lugar de disidencia del cual poder interpelar a la comunidad de historiadores y denunciar sus falsas certezas, lugar privilegiado, tanto como para atraer a todos aquellos que soportaban más el con conservadurismo y las convenciones de un medio como para quienes deseaban hacer comprender por las demás disciplinas
   Táctica, estrategia hegemonía: Parecemos presentar a March Bloch y Lucien Febvre como jefes de guerra o aventureros, a pesar de que pocos historiadores se han dedicado a su oficio y a la investigación con una pasión tan desinteresada. En realidad todo proyecto científico es inseparable de un proyecto de poder.
   Pero el científico no tiene más razones para olvidar los intereses de su disciplina que para olvidar los intereses de su grupo social.
   Marc Bloch y Lucien Febre fueron ayudados por la circunstancias…y por derecho de herencia. Porque la adquisición del pensamiento geográfico y el aporte metodológico de la escuela Durkhemiana no son para Marc Bloch y Lucien Febvre, recetas para obtener un éxito. Este camino que ha obligado al pensamiento histórico a cuestionarse a sí mismo tomaba como punto de partida, como grado cero de la historia, no la noche de los tiempos, los más antiguos orígenes, sino lo muy contemporáneo. La importancia otorgada a los problemas contemporáneos no es la paradoja menor de una revista que tuvo tantas dificultades por hacerse aceptar por los especialistas en la historia contemporánea. Hasta 1939,un tercio, durante algunos años más, más de la mitad de los artículos que publicaban los anales se referían a tiempos presentes. La experiencia  Roosevelt, la emergencia del nacizmo,la planificación soviética, son también objetos de análisis casi inmediatos.
   No es entonces en el hecho de acordar un lugar importante a la historia muy reciente donde se presenta el espíritu de Anales sino en la manera de abordar mas precisamente en el tipo de dialogo entre el pasado y el presente que propone al historiador.
   Método recurrente: Debe mucho al pensamiento geográfico. Consiste en partir de una situación presente, por ejemplo el paisaje agrario, los hábitos alimentarios, o un fenómeno más complejo como una carta lectora que remontarse en el tiempo para reconstruir en la génesis de dicha situación, o más aun, para distinguir las permanencias o cambios, los diferentes niveles de temporaridad, las combinaciones de tiempo corto y larga duración que han construido nuestro presente, Método apasionante pero particularmente difícil para tratar los materiales que el historiador está habituado a utilizar. El segundo, que los mismo fundadores de Anales llaman ´Historie probleme,consiste en partir de un problema actual, de la fuerza (…) de su gestión que ejerce sobre el espíritu de los historiadores (…) el conocimiento (…) de los hechos contemporáneos y de interrogar a través de la experiencia histórica.
   El giro hacia el pasado no apunta a justificar el mundo en el cual estamos insertos, reconciliando con él por la acumulación y el valor demostrativo de los precedentes, sino por el contrario a tomar distancia con respecto a él, a relativizar sus incidencias para mejor comprenderlas. Ni la penuria monetaria de la alta Edad Media, ni la inflación del siglo XVI son precedentes o prefiguraciones de la gran depresión en la cual se inscribe el primer diseño de Anales. Pero el hecho de estudiar estos fenómenos a partir de una grilla de análisis extraída de la experiencia contemporánea permite comprender mejor los mecanismos del cambio y sobre todo admitir la variabilidad de  los modos de articulación del universo económico y del universo social.
   Este ir y venir del pasado al presente fue aceptado por los fundadores de Anales como un principio de conocimiento perfectamente revisible.El historiador no tiene necesidad de presentarse si es el presente el que lo ayuda a comprender el pasado o el pasado el que lo ayuda a comprender el presente. La confrontación de ambos le permite desprenderse del marco ideológico mediante el cual adhiere al mundo al que lo rodea y producir así un cierto saber. 


Fuente: Historia de una Historia: El nacimiento de Anales, André Burguiére.




   
    

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