martes, 8 de mayo de 2012

La "Larga Edad Media" reflexiones problemática



La Nueva Historia, hija de una reflexión antropológica de la historia, permitió que los historiadores pensaran más en términos estructurales.
Para el periodo Medieval, larga duración se hace presente por medio de dos conceptos, "Antigüedad Tardía" y "Larga Edad Media", a Peter Brown y a Henri- Ireneé Marrou, cuyas obras inspiran una serie de estudios históricos que se preocupan por explicar el mundo romano a partir del siglo III.

1. La "Larga Edad Media" de Jacques Le Goff

La "Larga Edad Media" tiene una historia. En 1990, Jacques Le Goff, en una entrevista a la revista francesa L ´Histoire, anunció que la Edad Media llegaba hasta el 1800 - La Edad Media entre los años 476 (caída del imperio romano de occidente) y 1453 (caída del imperio romano de Oriente).

La propuesta de Le Goff. El empuja las fronteras de la Edad Media hasta el umbral del siglo XIX, pasando por encima una larga tradición historiografica que interpreta la Edad Moderna como un periodo de constantes revoluciones y crisis. 

Jacques Le Goff nunca se preocupó en desarrollar esta teoría. En la referida entrevista, él apenas esclarece los ejes fundamentales que sustentan su idea. Al analizar el periodo  de la Revolución Francesa, es perceptible la fuerza paradigmatica que el regimen feudal y la iglesia secular ejercen sobre los revolucionarios.

Otro punto importante destacado por Le Goff se refiero al problema de la ruptura. Normalmente se entiende el renacimiento como la ruptura de la Edad Moderna con relación al periodo anterior. Pero la propia idea de renacimiento es profundamente medieval, construía uno de los pilares de esta cultura, pues se creía que para innovar era preciso retroceder en el tiempo. 
Retornar a Roma y a Grecia no fue un movimiento típico exclusivo de los siglos XV/XVI, mucho antes Carlomagno, entre los siglos VIIIy IX, lideró un movimiento de carácter humanista-cristiano que se apoyaba en la renovación de la cultura antigua y posteriormente, en el siglo XII, la escuela de Chartes profundiza esa tendencia con un nuevo renacimiento. Los cambios aparecen igualmente en el campo político, con la construcción del "Estado" cristiano en Francia, en Inglaterra y en el Imperio Hohenstaufen.

Jacques Le Goff reafirmaba de nuevo su convicción de que la delimitación que el siglo XIX, había creado para la Edad Media, desde la caída del Imperio Romano y del mundo antiguo, en el siglo V, hasta el triunfo del humanismo, al final del siglo XV, era un monstruo cronológico.      
"Hay una larga Edad Media" que se extiende hasta el final del siglo XVIII. "Se puede decir que Edad Media solo termina con la Revolución Francesa y la revolución industrial" . Le Goff insiste igualmente sobre la necesidad que se entienden las estructuras y los contenidos que formaban el pensamiento de los hombres y mujeres del pasado, y la importancia que en ese sentido adquiere la historia de los valores.

Las dos únicas ocasiones, en las cuales Jacques Le Goff habló expresamente sobre la "Larga Edad Media". Analizando el conjunto de la obra de Le Goff, principalmente sus artículos relativos a los problemáticas de la historia, a principios de la década del 1980, se comprende que el dialogo entre temporalidades largas y cortas es una constante. Hijo de los Annales, las estructuras forman parte de su manera de entender la historia, sin perder de vista la coyuntura, los contextos y las especificidades históricas. Para él, la historia "puede y debe ser la ciencia tanto de aquello que permanece como de aquellos cambia, tanto de las estructuras como de los acontecimientos". Y posteriormente da una pista que en la década de 1990 ayudaría a configurar los valores de la "Larga Edad Media" al interpretar la sociedad campesina medieval no como inmóvil pero sí como conservadora, una cultura que aunque rechace las rupturas de la historia, se sitúa en la historia.

La técnica cambia lentamente, así como las mentalidades. Los cambios requieren experimentación y autoridades que lo apliquen y, sobre todo, que les den una base.
Le Goff recuerda los artificios que la Escolática creó para legitimar las novedades que su pensamiento introducía en el siglo XII, como los magistri, rápidamente transformados en autoridades intelectuales. El historiador se encuentra con diferentes ritmos históricos, ritmos de cambio. No existe, para Le Goff, incompatibilidad entre historia/cambio y antropología/permanencia. A partir de 1960 algunos antropólogos, contaminando por la historia, observaron estructuras de desequilibrio y conflicto en las sociedades que se decían sin "historia". 
La nueva historia política es también, deudora de la sociología, que le proporcionó la llave para traducir política por poder, una historia de poder. En esta historia las estructuras tienen una dinámica que son reveladas por los episodios, por la crisis y por los personajes.

Jacques Le Goff volvió al problema de la periodización y aclaró que prima la idea de continuidad. / "tournant" sobre la noción de ruptura.  Él habló de nuevo de una larga Edad Media que, en algunos aspectos de nuestra vida, perdura y sobre pasa las fechas oficiales. Desde el punto de vista de la economía, no se puede hablar de mercado antes del final del siglo XVIII, así como el vocabulario político y económico solo cambia definitivamente con la Revolución Francesa y con la Revolución Industrial. Del mismo modo, en ese momento la ciencia deja de ser realmente medieval. Las reformas y renacimientos de la Edad Moderna son movimientos típicamente medievales.

Se trata de una civilización, que armoniza diferentes tipo de vida: nobles, campesinos, rurales, ciudadanos. La creación divina es el punto de partida que une la concepción de Dios, de la naturaleza y del hombre, cuya coherencia es mantenida, pensada, ordenada y re ordenada por un organismo también coherente, la iglesia. A esa realidad corresponde una sociedad jerarquizada, que se centra en el dominiun, o sea, en la dominación, en el señorío. "El dominiun inserta - encarna - la función divina en la sociedad humana". De cualquier forma, es una jerarquía que debe al mismo tiempo promover el descenso del cielo a la tierra, bien como la divinización del hombre. En términos políticos, significa que la autoridad (el monarca o señor) están al alcance del vasallo que se le dirige directamente. Por tanto, es diferente de la concepción jerárquica absolutista, mucho más rígida. Con relación al tiempo, la resurrección de Cristo pone al alcance del hombre la recuperación del paraíso al final de los tiempos. (El cristiano camina hacia al juicio final)  
A pesar de que Jacques Le Goff nunca haya desarrollado el concepto de larga Edad Media – su preocupación es dejar claro que la historia solo se comprende en larga duración. La Larga duración no es una larga continuidad sino, al contrario, un juego complejo entre continuidad y ruptura.
La Edad Media se multiplica, según Le Goff, en una infinidad de herencias.  Las reflexiones de Le Goff sean pertinentes e incitadoras, el hecho es que dejan muchas dudas desde el punto de vista conceptual.
La división de la Edad Media tiene por objetivo destacar una transformación que ocurrió hasta hacia el siglo XI y que, a los ojos de los historiadores, es un límite: la feudalización de la sociedad Cristiana Occidental.

2. Los seguidores de la "Larga Edad Media"

Jérome Baschet es probablemente el historiador que de forma más amplia adoptó el concepto de "Larga Edad Media". Baschet retoma las reflexiones de Jacques Le Goff para reafirmar la necesidad de romper con las "ilusiones del renacimiento y de los tiempos modernos". Y, como Le Goff, subraya la necesidad de que en esa larga duración se entiendan   las transformaciones. 
Baschet = es el feudalismo el que se extiende en el tiempo y no la Edad Media. Las estructuras fundamentales persisten entre los siglos IV y XIX.
El concepto de feudalismo, el autor sigue la historiografia más reciente, destacando como características principales del dominiun, que vincula a los hombres de la tierra, y la iglesia que, con su creciente auctorias y potestas, comanda la territorialización y transforma las leyes del parentesco. 

El dominio que los señores detentan sobre ese espacio territorial o el vínculo que somete a los dependientes a esa misma tierra, se convierte cada vez más en un signo de identidad, de pertenencia. La iglesia tuvo un papel protagonista en esta transformación.

Delante de un feudalismo clerical, o de un feudo-clericalismo. Es decir el feudalismo que no puede ser comprendido separadamente del modelo político que la ecclesía desarrollo desde el siglo XI en adelante.

La propuesta de entender del feudalismo desde el punto de vista clerical es diferente. En este caso, es la iglesia quien asume el protagonismo como agente social de un modelo político que ella misma engendró y que se convierte en una realidad institucional a partir del final del siglo XI, con la reforma papal.
El modelo político feudo-clerical, se basa en el estrecho vinculo entre servicio y beneficio (feudo) que desde la Alta Edad Media da sentido a las relaciones sociales, pero la innovación está en la progresiva intromisión de la Iglesia en la redefinición del vinculo. Servicio y beneficio -

La centralidad de la iglesia es, para Baschet, lo que le permite entender "La Larga Edad Media", cosa que además también entendieron Voltaire y Rousseau: La iglesia era  la responsable del oscurantismo medieval y la que impedía la modernidad. 

Le Goff pensó en una larga Edad Media en tierras europeas, Baschet extiende la periodización hasta América. 

En América los conquistadores no descubren lo nuevo; se esfuerzan en confirmar "Lo que ya sabían", se dedicaban a traducir lo que se les presenta ante los ojos a la luz de las antiguas teorías. Conseguir riqueza para difundir y consolidar la verdadera fe.

3. El recorrido historiografico del feudalismo en América y el problema de la "herencia" Medieval.

Esa estrategia explicativa impide que se extiende la manera compleja como se desarrolla la convivencia entre tradición y modernidad y, sobre todo, crea la falsa impresión de que la sociedad se componía de dos grupos con mentalidades diferentes, en los que los individuos actuaban y pensaban de forma puramente capitalista / moderna o feudal / tradicional.
Dichas estructuras no inmovilizan a la sociedad sino que le proporcionan un referente aparentemente inmutable, aunque permiten interminables apropiaciones y lecturas. Solo así se explica la larga duración.

4. Por una historia de Valores

Un hilo conductor que nos transporte de forma segura por la larga duración de la Edad Media.  Lo medieval, como sugerimos anteriormente, es demasiado vago y difícilmente conseguiremos borrar un sentido cronológico, por lo que tal vez sea mejor utilizar el adjetivo feudal. Entendemos por feudal una cierta manera de organización de la vida humana, que tiene en el cristianismo su pilar fundamental. A partir de la certeza de que Cristo nació, murió y resucitó, la existencia humana es condicionada por la inexorabilidad del Juicio Final, que permitirá finalmente alcanzar la felicidad suprema: la entrada en el Paraíso y la reunión definitiva con Dios.
Aunque el feudalismo haya sido para algunos únicamente la expresión política e institucional de ese método.
Teniendo como objetivo el bien de la República Cristiana, se regula la vida en todos los aspectos (sociales, económicos y políticos), configurando una compleja cultura cristiana. De esta forma, dentro de la cultura cristiana-feudal, la sociedad se jerarquiza.

La guerra y las alianzas matrimoniales son motores importantes que sobrepasan todos los aspectos de la vida, y por tanto, dentro de la lógica jerarquización, se transforma también en factores de distinción social. En lo que respecta a la economía , tanto la riqueza y las transacciones comerciales como la remuneración del trabajo serán reguladas por el bien común, o sea por la lógica cristiana-feudal.

El concepto feudal encierra un valor cristiano, dominado por el discurso de la Iglesia, sobre todo a partir del siglo XI, que se fundamenta en la economía moral de servicio y de beneficio, y que ata a los hombres entre sí por medio de lazos de dependencia. Recibir un feudo significa recibir un beneficio por el cual se presta un servicio.  Sino de creación de lazos duraderos entre hombres, pues la idea de servicio cristiano se explica menos por lo que ya se prestó y más por la disponibilidad del vasallo le corresponde la justicia del señor. Este es un valor que podemos encontrar en la larga duración  y que se extiende hasta el final del antiguo régimen. 
Otro valor feudal de larga duración es la honra de las clases superiores. Ala nobleza le corresponden los privilegios.
Hay autores que incluso llegan a entender que el feudalismo típico no conlleva la existencia de la autoridad pública . La patrimonialización es un valor feudal y de larga duración.

En cuanto a los valores creemos, junto con Le Goff, que fidelidad, jerarquía y honra pueden ser un buen inicio de reflexión sobre la Larga Edad Media.

Esa experiencia de análisis propuesta por la micro-historia, osea la de priorizar la formulación de una pregunta general que surge de una situación local, socialmente específica, permite descubrir los valores preponderantes que sustentan la pertinencia de la pregunta hasta llegar a respuestas que evidentemente variaran de acuerdo con el contexto; así , el modelo católico proporciona valores de larga duración que, sin embargo, tienen historicidad.

                                                      

    

          

No hay comentarios:

Publicar un comentario